Era una
conversación privada.
Sin embargo, el
señor Andrés Manuel López Obrador fue grabado inescrupulosamente al amparo de
la impunidad de quien se sabe protegido por los poderes de este país.
Si los “profesionales”
de Milenio hubieran hecho esta bajeza a Enrique Peña Nieto o a la señora
Josefina Vázquez Mota, muchos de estos renombrados “periodistas” en estos
momentos estarían buscando trabajo.
¿Cómo exhibir a
un político que no se ha enriquecido con los millones de la SEP, del SNTE, de
Televisa o de PEMEX ? Milenio nos provee la respuesta: descontextualizando una
“información” obtenida de la forma más vil posible: una grabación en la
que todo lo dicho pudo y fue utilizado en contra del señor AMLO, obtenida
además en un ambiente de supuesto respeto y confianza
Eso es bajo y vil
hasta para los del periódico MILENIO.
¿No se desgarran
las vestiduras señalando a “los pasquineros”? ¿No hacen alarde de la
“objetividad periodística”? ¿ya habrá leído Carlos Marín el libro que compiló
acerca de la forma de hacer periodismo?
En México, el
gremio periodístico y la clase política son huérfanos.
Lo lamentable es
que ese sentimiento de orfandad permea a los ciudadanos que diariamente tenemos
que convivir con la desinformación y las ilógicas políticas gubernamentales.
Estamos a dos fuegos, pues.
No es asunto
menor que muchos de los “lectores” de periódicos, únicamente atienden al
encabezado de las notas y de ahí formulan sus propias conclusiones;
posteriormente, dependiendo de sus simpatías políticas, reproducen en “radio
pasillo” versiones que no tienen nada que ver con la información (ya de por sí
manipulada) de los periódicos o revistas.
-“Oye ¿ya te
fijaste que AMLO dice que ya se va a la chingada?”
- “No he leído el
periódico. No tengo tiempo, pero cuéntame qué dice o qué ¿cómo está el asunto?”
- “Pues yo
tampoco sé bien, lo que sí es seguro es que él mismo dice que ya se
chingó”
Y así, de esta
manera, el objetivo de “informar” se cumplió. ¡Gracias, MILENIO diario!
Nunca como hoy,
ha sido tan evidente que los autoproclamados “medios profesionales” de la
información, son en realidad un arma de desinformación masiva, utilizada por
aquellos que pueden pagar sus “objetivos”, “éticos” y bastante efectivos
servicios.
Joseph Goebbels
es un párvulo en Kleen Bebé.
Curioso es ver
también en la misma portada del diario MILENIO al señor Elías Sacal ¿Es legal
exhibir así a una persona? Y analizando más a fondo el asunto ¿Quién es el
responsable de que esta foto se haya filtrado a la prensa?
Siguiendo la
lógica argumentativa del diario MILENIO, se podría pensar que es el mismo
gobierno del señor Marcelo Ebrard quien está interesado en que la opinión
pública sepa que en el DF “sí se hace justicia”; No importa que en un oxímoron ad
hoc a las circunstancias, se utilicen procedimientos ilegales para demostrar lo
anterior.
Lo bueno, es que ellos no son libelistas ni franeleros. http://www.sdpnoticias.com/columna/7350/Libelistas_y_franeleros
Y todavía hay
quien los sigue considerando “profesionales de la información”
¿Usted qué opina,
estimado lector?
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