El amor tiene
muchas expresiones y está sujeto a múltiples interpretaciones. Sin embargo, en
algunas culturas el amor es sinónimo de una paz que sólo es posible manifestar
a través del arte.
Los rangolis de la India y los
mandalas de Japón son un buen ejemplo de cómo el amor produce muestras de
arte no muy disímbolas entre sí.
En mis
excursiones a través de las librerías, encontré dos joyas que cualquier persona
que viva el stress del día a día puede apreciar. Mire usted.
La autora de este
libro es Asha Miró, una escritora y activista que nació en India pero fue
adoptada y por ello pasó a ser ciudadana de Barcelona.
Las 33 páginas de
este maravilloso compendio de rangolis comienzan con una explicación acerca del
significado del término: tradición, protección y bienestar.
El origen etimológico de la palabra proviene del sánscrito “rang” y “aavalli”,
los cuales significan color y filas o enredaderas, respectivamente.
Miró explica que
el rangoli es una expresión creativa que combina el uso de ambos elementos (el
color y la enredadera) para la elaboración de motivos artísticos.
El uso conjunto
de estos materiales, colores y formas intenta simbolizar la fragilidad de la
vida y la provisionalidad del ser.
Origen y leyenda
La autora explica
que existen diferentes leyendas sobre el origen de los rangolis. La primera
mención se localiza en una inscripción grabada en el Chita Lakshana (primer
tratado sobre pintura india). Cuenta la leyenda que el sumo sacerdote del reino
cayó en una profunda depresión, pena y desesperación tras la muerte de su hijo.
El pueblo,
conmovido, oró a Brahma, dios creador del universo, rogándole que le devolviera
la vida al pequeño.
Movido por las
oraciones, Brahma pidió al rey que una mujer pintara en el suelo un retrato del
niño. Después Brahma sopló sobre el dibujo e hizo resucitar a la criatura y así
creó el primer rangoli.
Tradición
Durante miles de
años, las viviendas han sido adornadas con estos dibujos como complemento al
rezo de las oraciones por el bienestar de las familias y la protección del
hogar frente a posibles desgracias. También se realizan en la entrada de las
casas como saludo a los huéspedes.
Pintar estas
formas geométricas, es una forma de enfocar la mente, la relajan y ayudan a recuperar la tranquilidad y la
armonía.
Antes de
menospreciar estas formas de arte, recordemos que los árabes son reconocidos
matemáticos que a través de la creación de preciosas formas geométricamente
perfectas, fueron capaces de edificar algunas de las construcciones más
hermosas en la historia de la civilización.
Así como el mito
del diluvio lo podemos encontrar camuflageado bajo diferentes relaos que
coindicen todos en una gran inundación, en la India, en Japón y en Medio
Oriente, los rangolis, mandalas y figuras geométricas han simbolizado una forma
de arte a través de la cual es posible el amor, la paz y la armonía que la
mayor parte de las personas pasan su vida buscando desesperadamente.
Los mandalas
Con ilustraciones
realizadas por Nina Corbi, este libro plantea una forma de relajación y enfoque
muy parecida a los rangolis de la India.
La palabra
sánscrita “mandala”, significa “círculo” y más concretamente “pensamientos
contenidos en un círculo”. Estos diseños organizados alrededor de un centro,
están presentes en todas las culturas y tienen un origen ancestral.
Ya sea como
representaciones artísticas de los pueblos o cargados de significación
religiosa, los mandalas están por todas partes y recogen en sí mismos la
esencia del ser humano: ese núcleo de identidad en relación dinámica con todo
aquello que lo rodea.
Dice Nina Corbi
que esta es la manera de proceder para abordar el tema de los mandalas:
1.- Elige el dibujo que más te atraiga en ese momento
2.- Escoge un sitio tranquilo donde no seas molestado
mientras realizas esta actividad
3.- Debes tener a tu disposición una amplia gama de
utensilios como rotuladores, marcadores, lápices de colores, ceras, crayones,
etcétera.
4.- Puedes transformar el dibujo a tu gusto y añadir todos
los elementos que desees
5.- Para la comprensión de esta actividad, es importante que
observes tu estado interior antes y después del coloreado. Antes de un trabajo
de concentración, 10 minutos pueden ser suficientes para reencontrar la calma.
6.- procura no comenzar varios mandalas al mismo tiempo;
termina uno antes de empezar otro.
7.- En casa, puede ser una actividad de relajación muy
eficaz.
Estas actividades
son, entonces una buena estrategia para utilizar por los profesores en los
salones de clase para tratar asuntos de atención, paciencia y concentración. Me
viene a la mente las estrategias que utilizó
Miss Teddy , la maestra de Steve Jobs y el dibujo y la pintura fueron,
sin duda, algunas de ellas.
Ambos textos son
de V&R Editoras, S.A. Para contactar:
www.vreditoras.com
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