miércoles, 16 de noviembre de 2011

Activista de diván

Artículo publicado en SDP noticias


“Sé tú mismo el cambio que quieres ver en el mundo”

Mahatma Gandhi



El activista de diván, es aquel niño que pretende ir a rescatar a las focas bebé y se indigna cuando su mamá le dice “Me parece bien que quieras ayudar, pero ¿por qué no comienzas por levantar el desorden que tienes en tu habitación?”



El activista de diván es, intrínsecamente una buena persona, interesada en las causas justas, que trata de encontrar en el mundo exterior la fuente de todo el sufrimiento y eso está bien, pero es ajeno a la parte que le corresponde y que implica mirar dentro de él, para convertirse en el ciudadano que debe ser en ese mundo ideal por el que lucha.



He aquí algunas de sus características

1.- Ha leído a Chomsky,  Gramsci, Adorno, Marcuse, Vattimo, Lyotard y Foucault, pero es americanista de corazón, no se pierde “la novela de la noche” ni “las mangas del chaleco” del noticiero del señor Joaquín López Dóriga



2.- Es experto en redes sociales y sus habilidades digitales son tales, que puede darse el lujo de hackear cualquier sitio web, acompañado de un par de gansitos, tres sugus y una pepsi.



3.- Está en contra de lo que llama “capitalismo salvaje” y considera correcto dar a conocer su postura a través de su iphone4s, aunque sigue esperando con ansia el iphone5



4.- Le provocan una justa indignación, aquellos “zombies” que siguen a “un mesías”, pero no quiere que nada cambie, porque el Presidente hace lo correcto.



5.- Se ve a sí mismo como un activista open minded, porque está a favor del aborto, pero no es capaz siquiera de pensar la vida sin cualquiera de sus hijos o pensar en la posibilidad de que su propia madre hubiera tomado la decisión de abortarlo.



6.- Considera a la biblia como una fuente de ignorancia y adoctrinamiento, a diferencia de “El Capital”, de Marx, donde el gobierno es la fuente multiplicadora del pan y la sombra que cobija a cada ciudadano.



7.- Está tan seguro de tener la razón, que se ofrece a educar a todo aquel que no comparta su perspectiva de la vida, porque no existe la posibilidad de que él represente justamente eso que dice combatir.



8.- Sabe que en el sistema político de su país, la corrupción es más la norma que la excepción, así que aprende las reglas pronto y aplica “la mordida” cada vez que está en aprietos, aunque sea más caro que pagar una multa o hacer valer sus derechos como ciudadano.



9.- Es enemigo de las corridas de toros, pero no atiende la salud espiritual de sus hijos



10.- Defiende a ultranza la “ética de los animales”, pero no se priva de comer carne.



Al final, seguir una causa es más que abogar por ella, es tener la capacidad de actuar con responsabilidad y congruencia, comenzando por nosotros mismos.



Ya lo dijo Sun Tzu



“Quien vence al enemigo, es poderoso, quien se vence a sí mismo, es invencible”



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