Artículo publicado en SDP noticias
Pragmáticos al extremo, los vecinos del norte idearon una serie de libros que tratan temas variados “para dummies”.
La estrella pop Justin Bieber es considerado un fenómeno en términos del impacto en los miembros de esta generación. Los padres de familia y los maestros se preguntan si esta influencia es buena o mala, dadas las repercusiones que tiene en los salones de clase y en la vida cotidiana de las familias que deben lidiar con un belieber como miembro del clan, con todo lo que esto conlleva.
La pregunta correcta está enfocada más en términos de la función que puede desempeñar el interés de nuestros adolescentes en la estrella del momento, más allá del enfoque maniqueo en términos de “bueno” o “malo”.
Algunas preguntas interesantes en ese sentido, son:
· ¿Funciona Justin Bieber como elemento detonador de temas relevantes en el marco del plan y programa de estudios de nivel básico y medio ?
· ¿Es posible articular dos o más asignaturas utilizando datos interesantes que motiven a nuestros alumnos a articular áreas del conocimiento que de otra manera no tendrían sentido ni interés para ellos?
La respuesta es afirmativa.
Lo interesante del asunto, es que también podemos acercarnos a nuestros hijos derribando las llamadas “brechas generacionales”, que no son otra cosa que un desprecio de todo lo valioso, importante o interesante para las “nuevas” y “viejas” generaciones que dificulta el entendimiento de la una con la otra.
No, amable lector, no es divertido sentarse a ver una película de Bieber si usted nació a finales de los 70´s y principio de los 80´s. Nada que ver, créame, con Michael Jackson, por ejemplo. Sin embargo, bien visto el asunto, es cuestión de un poco de voluntad para fortalecer los lazos con los hijos o comenzar a construirlos demostrando genuino interés por aquello que los enloquece y eso tiene nombre y apellido: Justin Bieber.
Por supuesto, en aras de tener un punto de partida o alguna referencia válida, padres y maestros deben conocer lo elemental de esta estrella pop, por eso sería fabuloso encontrar un libro para neófitos en este tema ¿se imagina usted poder conversar con su hijo (a) o alumno (a) en su territorio, compartiendo el mismo mapa?
Justin Bieber. El producto.
No está aquí sujeto a controversia, el tema acerca de si este jovencito de 17 años es un verdadero artista o un mero producto comercial, o si, como dicen sus detractores, es sólo “un cabello que canta”. El hecho indiscutible es que está presente en la vida de millones de adolescentes en todo el mundo y tiene influencia palpable sobre ellos.
Nadie puede negar, que este adolescente es un fenómeno mundial. Tiene, al momento de escribir estas líneas 14,154,505 seguidores en twitter, 35 millones de followers en facebook y 605 millones de visitas al sitio de youtube que reproduce el video de la canción “baby”, lo que da una idea de la influencia de este chico en las redes sociales.
Las fans de Justin Bieber se precian de ser las más leales de todos los artistas y tienen forma de comprobarlo: en este momento, las autodenominadas “Beliebers” consiguieron que su ídolo juvenil, sea considerado como el mejor artista masculino según MTV, superando a artistas de la talla de Kanye West, Eminem, David Guetta y Bruno Mars. Todo gracias a ellas.
Y es que Justin vende sueños. El sueño de ser “A kid from a small town in Canada” (un chico de una pequeña ciudad en Canadá) y lo refrenda con “I will never say never”, la canción icónica de este artista y, por supuesto, con la película que filmó para contar su vida, completamente ad hoc a los sueños que comercializa y que las beliebers repiten como si fuera un mantra: “sí se puede, sólo debes soñar y perseguir tu sueño”
Al momento de enfrentar un gran concierto, el cantante declara: “Habrá momentos en que la gente te diga que no puedes llenar el Madison Square Garden. Esto es lo que les digo: (aparecen fotos de la vida de Justin en cámara lenta) ¡NUNCA DIGAN NUNCA!” (al fondo las notas musicales de “Never say never”)
Si, amable lector, hay demasiada producción, drama y frivolidad detrás de la imagen de esta estrella juvenil, por eso es indispensable que los padres de familia y los maestros enseñen a los niños y jóvenes a comprender esta situación.
No es inteligente oponerse a que admiren lo que Bieber representa, antes bien es factible utilizarlo dándole un enfoque positivo que pueda ser aplicado en las aulas y en los hogares.
¿Usted qué opina, amable lector?
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