sábado, 3 de diciembre de 2011

AMLO. El discurso y el método

Artículo publicado en SDP Noticias


El día de ayer, el señor Andrés Manuel López Obrador estuvo por la mañana en el programa de la periodista Carmen Aristegui y por la noche en el noticiero de Joaquín López Dóriga.

 En ambas entrevistas, se evidenció el discurso y el método que AMLO utilizará para ganar lograr ser presidente de México. 

Aristegui. El discurso 

En el programa de Carmen Aristegui, el discurso tuvo un enfoque basado en un humanismo muy cercano a los valores cristianos que sigue teniendo una fuerte énfasis en lo social y que otorga la responsabilidad a las personas de sacar adelante al país:

“La crisis en el país tiene que ver con pérdida de valores(…) cuando hablo de república amorosa pienso en código moral”

 ¿Cómo aterriza ese discurso en la realidad del pueblo mexicano? ¿qué significa? ¿Cuál es la parte que corresponde al ciudadano mexicano y cuál es la que le toca a las instituciones de este país?

Aquí hay varios matices. 

Del discurso pronunciado en la entrevista con Aristegui, se evidencia un AMLO que apuesta por la gente, pero sigue desconfiando de las instituciones. A la pregunta específica:

 “¿Cómo enfrentas la violencia?” él responde: “atendiendo las causas, por eso hablo de una república amorosa”. Evidentemente, tiene razón. El problema de fondo es social, familiar, pero “lo social” y “lo familiar” no son células aisladas, son parte de un todo que se vehicula a través de las instituciones.

AMLO apuesta porque José no infrinja el reglamento de tránsito y hace bien, pero se debe apostar también porque si lo hace, exista una institución confiable e infalible que lo sancione. 

AMLO apuesta porque el niño verde se presentará voluntariamente a declarar en el caso de la señorita búlgara que murió en uno de sus departamentos, ojalá lo haga, pero si no es así, debe existir en este país una institución capaz de llamar a cuentas a cualquier ciudadano mexicano, no importa su condición social, económica y política.

 ¿Es este un problema de amor, del ciudadano mexicano, de las instituciones….o de todo lo anterior?

El enfoque holístico, ese que considera que el todo es más que la suma de las partes, está lejos de aterrizar aún en el discurso del señor López Obrador. Esto se hizo evidente cuando afirmó que, de llegar al poder,  en seis meses regresaría a los militares a los cuarteles.

Desde que Fox inauguró el “efecto Prometeo” basado en “resolveré ese problema en 15 minutos”, la historia ha demostrado que no es prudente poner fecha límite a las acciones que son complejas porque se deben abatir desde diferentes frentes.

Hay quien sigue prefiriendo el discurso de la denuncia que se convirtió en el sello característico de AMLO. Nunca como hoy, es ad hoc a la situación que vive el país. Es loable que llame al perdón y a la reconciliación, pero entonces ¿dónde están las críticas que en su momento los seguidores de su movimiento hicieron al poeta Javier Sicilia?

Por otro lado, el método de simulación que evidenció como estrategia para poder aparecer en público sin cometer ninguna infracción a la ley electoral, evidencia un político que, como tal, hará lo que sea, incluso utilizar la misma estrategia de aquel que se señala con justicia por corrupto, con tal de ganar una elección.

Los políticos y los líderes sociales no son iguales. Los primeros, buscan administrar al Leviatán (gobierno) y los segundos buscan acotarlo, limitarlo y hacer que se cumpla el axioma: el gobierno es del pueblo, para el pueblo y por el pueblo. Hoy, el señor López Obrador es más un político en forma, listo para pelear por la madre de todas las batallas.

Por otro lado, es evidente que la izquierda de este país ha luchado tanto, que la inercia de llamar “traidor” a todo aquel que se atreva a disentir no permite el sano debate, la sana confrontación de la cual pueden enriquecerse todos los actores involucrados en ésta y eso aleja a quienes pretenden contribuir en la construcción de un México a la altura de quienes todos los días apuestan por la paz y la justicia en este país.

Televisa. El método

Una de las preocupaciones de quienes seguimos con interés el camino andado por AMLO, es su aparición en este medio de comunicación, porque lleva implícito un mensaje del que sin duda, sus adversarios ya son conscientes:

“Sin Televisa no se puede ganar una elección”

Esto es complejo, porque con el plantón del zócalo y la movilización de millones a favor de que se respetaran los resultados de la elección, había quedado claro, al menor para algunos, que el señor Andrés Manuel López Obrador no es un político más al que la oligarquía televisiva pudiera doblegar. 

¿Por qué López Dóriga estuvo ayer tan mesurado? ¿cuál es el mensaje que Televisa envía a la gente con la aparición de AMLO en el noticiero?  

El discurso de este medio de comunicación es que ellos son democráticos e incluyentes y el discurso del señor López Obrador, con el que muchos comulgamos, es que Televisa debe asumir responsablemente el contenido de sus programas, con los cuales manipula conciencias y aliena y condiciona ciudadanos.

Alguien, ayer, fue congruente.

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