Artículo publicado en SDP Noticias
A través de Milenio diario, Héctor Aguilar Camín ha publicado dos artículos particularmente reveladores, porque están escritos a partir de su particular visión del poder que ejercen las redes sociales y sus usuarios convertidos en serio contrapeso de los medios de comunicación tradicionales.
En “fuenteovejunos”[i] el escritor establece una comparación entre los usuarios de las redes sociales y los habitantes de Fuenteovejuna para identificar una masa que, según él, es idéntica a las masas de todos los tiempos.
En ese orden de ideas, éstas son algunas de las omisiones que se pueden apreciar en el texto
· Fuenteovejuna es causa y consecuencia de un comendador que encarna un poder profundamente corrupto, a favor de sus propias causas e intereses y del cual el pueblo está cansado hasta el extremo de usar sus propios recursos en legítima ansia de justicia, no de poder ni privilegios. Eso no lo dijo.
· El primer paso para el error, es la generalización. “La masa” es una clasificación mental de un pensamiento clasista que demuestra que “los otros” no tienen voz, porque el autor quiere creer que no tienen nombre. Craso error. El desdén con que Aguilar Camín se refiere a los usuarios de las redes sociales dice más de él que de “la masa” que pretende etiquetar y estereotipar.
· Aguilar Camín es un intelectual que ha crecido a la sombra del poder y su perspectiva acerca del potencial de las redes sociales es, por lo menos anacrónica. El escritor proviene de una cultura en la que los candidatos presidenciales eran blindados por los medios de comunicación y aquellos que se atrevían a confrontar al poder, eran avasallados por el aparato de Estado. Excélsior y Julio Scherer García son ejemplos de lo anterior.
¿Puede usted, estimado lector, identificar mercenarios de la pluma que trabajan al servicio del comendador? Esa es justa la preocupación de la élite y el poder que reside en Fuenteovejuna
Fuenteovejuna es contrapeso de intelectuales al servicio del Príncipe pero a diferencia de éstos, no gozan de la legitimidad otorgada por el poder al que sirven. No son “fuente autorizada” en ningún ámbito “serio”
Fuenteovejuna, está desplazando a los comendadores ad hoc al poder en turno, cuyos honorarios están en peligro porque no tienen credibilidad, debido a que ésta es otorgada precisamente por “la masa” que desprecia porque a toda la ve igual, no hay posibilidad de criterio individual alguno por allí.
Fuenteovejuna utiliza el sentido del humor como arma y defensa del cinismo e ignorancia que despliega la clase política mexicana y nadie puede pasar por alto que “el termómetro” de las redes sociales es un indicador de peso para el actuar de los políticos que son ciegos, sordos y mudos ante el clamor popular de quienes dicen representar
Fuenteovejuna defendió el puesto de la periodista Carmen Aristegui, cuando los medios de comunicación tradicionales por los que apuestan escritores como Aguilar Camín, dieron por finalizado el tema
Por todo lo anterior fuera poco, el día de ayer, Aguilar Camín lanzó un nuevo artículo denominado “anónimas cursilerías”[ii], en el cual se evidencia el intelectual acostumbrado a analizar los temas desde su propia y personalísima mirada anacrónica y elitista, haciendo además escarnio de las descripciones de las cuentas de usuarios que no sabemos por qué eligió evidenciar, ya que éstos no cobran por opinar el salario de los intelectuales legitimados por el poder en turno.
Y así, el escritor dispara:
“Vean algunos de sus autorretratos, esas líneas que ponen para identificarse en vez de decir quiénes son”
Sin embargo, estimado lector, en justa corresponsalía, debe el usuario de las redes sociales que todavía desconoce el tema, saber ¿quién es Héctor Aguilar Camín?
No es fortuito que en su obra “La terca memoria”, Scherer García dedique un apartado para dar testimonio del modus operandi de Aguilar Camín en el marco del escándalo desatado por la utilización de la partida secreta presidencial a cargo de Carlos Salinas de Gortari para promover los trabajos a cargo del escritor
“(…)El historiador era un beneficiario más del uso arbitrario de la llamada , ‘partida secreta’ de la Presidencia de la República. Desde los Pinos, ejerció con ´absoluta discrecionalidad y son control´ 1160 millones de dólares, según un análisis de las fracciones del PRD y del PAN en la Cámara de Diputados”
Y es que desde la revista NEXOS, Aguilar Camín despertó suspicacias en la comunidad intelectual por la cercanía con Salinas de Gortari desde los tiempos de Miguel de la Madrid (1982-1998).
“(…)De las sospechas se pasó a las acusaciones directas en el sexenio Salinista, como las que lanzaron Octavio Paz y otros autores notables de la revista Vuelta, en el marco de una agria polémica en los primeros meses de 1992”
Octavio Paz acusó al grupo de querer apoderarse de “centros vitales de la cultura mexicana” , Gabriel Zaid describió a Aguilar Camín como una especie de Fidel Velázquez de la cultura , Enrique Krauze llamó a Nexos “consorcio paraestatal”
A través de Proceso, la escritora Elena Poniatowska, ex consejera de Nexos fue tan clara como sencilla al referirse a la situación de Aguilar Camín:
“Es desoladora, lamentable y dolorosa para todos los que escribimos (…) demuestra una vez más que un intelectual debe mantenerse alejado del poder, porque la cercanía con los poderosos destruye. La ronda en torno al príncipe es siempre degradante y a veces mortal”
Scherer afirma, a través de “La terca memoria”, que “La amistad tiene sus propios caminos” y lo evidencia a través del siguiente pasaje, donde narra cómo Aguilar Camín le llamó por teléfono para pedirle como un favor especial “de amigo a amigo”, que no publicara un reportaje particularmente revelador, que evidenciaba con copias de cheques y facturas, haber gozado de los privilegios de la partida secreta de Salinas de Gortari
-Ya no te preocupes del asunto, todo está aclarado –dice Aguilar Camín-
-A mí no me lo parece –Responde Scherer
-Somos amigos
-Éste es un asunto que nada tiene que ver con la amistad. La amistad tiene sus propios caminos
-Por eso
-No, Héctor.
-Me perjudicas.
-Yo, no.
Poniatowska por su parte, opina: “El que le apuesta a los que no tienen poder, a la gente común y corriente, finalmente es el que alcanza la verdadera riqueza. ¡Mil veces aparecer nombrado en las Islas Marías en calidad de preso político como Revueltas que en cheques de la presidencia!”
Los condottieri del comendador
En la Italia del renacimiento, los soldados mercenarios eran una figura necesaria para resguardar los intereses de los poderosos y estaban al servicio de quien pagara mejor su “lealtad”. Hoy éstos han mutado y se han reproducido como esporas en todos los ámbitos y los medios de comunicación no son la excepción, aunque sus métodos son mucho más sofisticados, porque en vez de lanzas y picas, utilizan “la razón” y “los argumentos”
Bien visto el asunto, el tema de evidenciar a los usuarios de las redes sociales utilizado a discreción por Aguilar Camín, puede ser abordado desde la perspectiva de “la masa” que se atreve a opinar y a impactar la agenda del poder ¿Quiénes son los condottieri de la pluma?
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