lunes, 20 de febrero de 2012

Procrastinación. Tres casos

Artículo publicado en SDP noticias


La palabra procrastinación, proviene del latín pro (preposición: hacia, en favor de) y cras (adjetivo: mañana) significa aquel que deja las cosas para hacerlas mañana o que hace todo en el último momento (a veces, incluso, después de concluido el plazo)


En la víspera de un nuevo año, es necesario revisar, a la par de las metas materiales, también aquellas que nos harán mejores profesionistas, hijos, padres, amigos o hermanos.

En este orden de ideas, la procrastinación no es asunto menor. Entre sus consecuencias podemos encontrar la pérdida de un empleo, fracasos matrimoniales e incluso la muerte. Aquí algunos ejemplos.
I
MORIR EN EL INTENTO
“No dejes para mañana lo que puedes postergar indefinidamente”

Pepe anhela que el año 2011 sea diferente. La semana pasada tuvo un gran susto. Su papá lo encontró desmayado frente a la computadora. El doctor dijo que había sufrido una descompensación producto de los refrescos de cola que toma diariamente y de las hamburguesas que integran su dieta diaria, de ahí los malos hábitos de alimentación y su estilo de vida sedentario se confabularon ese día para enviarlo directamente al hospital.

El doctor dice, sin embargo, que tuvo suerte, el desenlace pudo haber sido trágico, de no haberlo encontrado a tiempo para recibir atención médica.

En Enero de 2011, se anotó al gimnasio, además compró una bicicleta de spinning, un par de pesas y dos aparatos que venden por televisión con la promesa de obtener un abdomen de acero tan sólo con utilizarlos 10 minutos al día.

Hoy, en la víspera de 2012, su papá se pregunta cómo es que Pepe falleció tan de repente. Parecía que estaba consciente de que su salud era primordial. Cuando investigó más a detalle, se enteró de que Pepe fue sólo dos veces al gimnasio y ya no regresó y los aparatos para hacer ejercicio parece ser que nunca los tocó. “Siempre dejó lo primordial para mañana” pensó con tristeza el papá de Pepe.

El tipo de procrastinación que padeció Pepe fue por evasión y lleva implícito un problema de autoestima.

¿Cuántas personas conoce usted, estimado lector, que tengan las mismas características de Pepe y que justo ahora en la víspera del nuevo año harán exactamente los mismos propósitos que el año pasado?


II
PERDER LA MEDALLA DE ORO
“Si no fuera por el último minuto, nada se haría”
(corolario de la Ley de Lurphy)


Esta es una historia real, que sucedió en el contexto de los juegos olímpicos de Atlanta en  1996.

Los máximos favoritos para ganar esta prueba fueron Gary Hall Jr (norteamericano) y Alexander Popov (ruso). Comon era esperado, uno de ellos obtuvo la presea de oro y el otro la presea de plata ¿en qué consistió la “pequeña gran diferencia” de ser primero y segundo lugar, aunque sólo fueron centésimas de segundo lo que los separó?


Así lo narraron los cronistas deportivos

Gary Hall Jr.

Joven deportista norteamericano (20 años). Desde pequeño tuvo habilidades innatas para la natación según sus primeros entrenadores, mismas que se fueron fortaleciendo con los entrenamientos en la piscina, digámoslo así, el otro lugar donde este nadador pasaba muchas horas, después de la escuela y su casa. Sin embargo, según los cronistas, los dos últimos años, los de la preparación para las olimpiadas, tenían un denominador común (ya mostrado a lo largo de su actividad acuática): Gary Hall jr. Carecía de entrenador porque dejaba con facilidad de entrenar, no le dedicaba el tiempo suficiente y quienes lo rodeaban terminaban por desesperarse por las actitudes displicentes del deportista. A las olimpiadas llegó acompañado de la seguridad de la habilidad innata que tenía para nadar y de su padre (ex-nadador profesional) que se había hecho cargo de su preparación ante la renuente actitud de su hijo ante los preparadores.
Si algo daba seguridad a este atleta antes de las olimpiadas, era esa habilidad que la naturaleza le había dado para la natación.

Alexander Popov

Joven deportista ruso (20 años). Este nadador se fue haciendo poco a poco. Aunque no tenía habilidades innatas para la natación, los cronistas se refirieron a él como una persona constante, ordenada y disciplinada.

Ciertamente contaba con el apoyo para realizar su actividad y contacto con competencias a nivel internacional y entrenadores altamente capacitados, aunque él comprendía que debía entrenar para lograr el 100%, pensando, obviamente, en las olimpiadas que se avecinaban. Estaba seguro de que la práctica para perfeccionar su nado era importantísima para ser el mejor de su especialidad.

Si, estimado lector, la medalla de oro la ganó Popov.

¿A cuántas personas conoce usted que son extremadamente inteligentes, pero incapaces de concretar algún proyecto, pendiente o trabajo? Y por otro lado ¿a cuántas conocemos también, que no son tan brillantes pero son extremadamente responsables y seguras en cualquier compromiso que emprenden o contraen?

La perseverancia y la paciencia, enemigas acérrimas de la procrastinación, se evidencian en este ejemplo a favor de Popov. El tipo de procrastinación de Gary es por activación, cuando se posterga una tarea, hasta que ya no hay más remedio que realizarla y es el caso contrario al anterior, el de Pepe.

III
LA FELICIDAD ESTÁ (SIEMPRE) A LA VUELTA DE LA ESQUINA
“La indecisión es un lujo que puedo darme todavía al vivir con mis papás”
(Un joven de 40 años)


A Luis le parece que Susi sería una gran mujer para formar una familia.  Los padres de ambos se conocen desde siempre y él sabe que ella es todo lo que él necesita en una mujer. Sin embargo, Luis decidió esperar hasta ser un músico famoso para hablarle de amor. Mala cosa, pues el papá de Luis insiste en enviarlo al rancho a cuidar vacas, cosa que a él no le inspira absolutamente nada, excepto canciones, quizá.

La mamá de Luis le avisa que Susi irá a la capital a estudiar y éste decide que al regreso de su amada (o sea, cuatro años después) le ofrecerá matrimonio. Craso error. Meses después, Luis recibe la noticia de que el objeto de su amor está embarazada, desheredada y con un vago que vive a costa de la mesada que los papás de Susi envían a la desafortunada dulcinea.

Los años han pasado y la hija de Susi ya se casó. Luis sigue soltero y enamorado de Susana y esta historia, por ridícula que parezca, es real. Pero, ¿acaso la vida misma no es un tanto ilógica de cuando en cuando? Luis sigue sin atreverse a hablarle de sus sentimientos…aunque eso sí, tiene muchísimas canciones inspiradas en la susodicha.

No, estimado, lector, aquí si yo tampoco entiendo nada.



Este tipo de procrastinación por indecisión es típico de las personas que intentan realizar determinada tarea, reto o proyecto, pero se pierden pensando en la mejor manera de hacerlo, o en las condiciones perfectas para lograrlo, sin llegar a tomar jamás una decisión al respecto.

¿Cómo combatir la procrastinación? A pesar de que numerosos portales de internet y libros de superación y autoayuda sugieren una serie de pasos para combatir la procrastinación, lo cierto es que no hay recetas de cocina para combatir este padecimiento, porque se presenta de formas tan diferentes como las personas que la experimentan.

Sin embargo, estimado lector, el primer paso es saber que usted o alguien cercano la padece. Esto es grave, porque como pudimos observar a través de los ejemplos, alguien puede posponer muchas cosas en muchos ámbitos, pero en lo que se refiere a la salud, por ejemplo, la consecuencia es catastrófica.

En los tiempos actuales, de consumismo desmedido y de pérdida de valores, el ser humano primero pierde la salud para tener dinero y luego debe invertirlo todo por tener la salud que perdió al pretender vivir según las reglas del mundo posmoderno.

Se pospone lo importante y se deja de lado lo esencial, por un trabajo, una aventura, un problema, un hobby o un berrinche pasajero que no es apreciado en su justa dimensión. Esa es la vida y así opera la procrastinación y este periodo decembrino, previo al 2012, parece ser un buen momento para reflexionar acerca de todo esto.

¿Usted qué opina, estimado lector?

Fuentes en línea[i] [ii][iii][iv]


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