lunes, 20 de febrero de 2012

Rescatando al homo sapiens

Artículo publicado en SDP noticias


Existe todavía quien entiende Educación como sinónimo de escolarización, es decir si alguien tiene títulos y diplomas exhibidos en un muro, entonces es mucho más “educado” que alguien que, por ejemplo, no sabe leer. No es cierto, eso. Mire usted.
El término “Educación” se refiere a un proceso que dura toda la vida, en el cual la escolarización es parte importante, pero no definitiva ni determinante, considerando que un ser humano digno no es producto solamente de los títulos que tenga colgados en la pared de su oficina. Esos reconocimientos hacen constar su formación académica, pero no dicen nada de la parte humana y de valores de la persona. Eso es un hecho.
Sin embargo, sabemos que la educación que se remite a la escolarización, ha producido en México, bachilleres que las empresas no consideran ni siquiera como mano de obra calificada, dada la deficiente formación académica que revelan, pero se debe reconocer que en la escuela no radica todo el problema ¿qué pasa con los niños en los hogares de nuestro país? ¿cuántos de nosotros fuimos productos de “la cultura de la tele” porque nuestros padres se encontraban ausentes en aras de proveer una mejor calidad de vida a la familia?
El quid del asunto no es, como dicen los especialistas, la cantidad de tiempo que los padres compartan con sus hijos, sino la calidad del mismo. Puede haber una madre de familia aparentemente dedicada al hogar, pero completamente indiferente a lo que sucede en el entorno familiar y puede haber otra que trabaja todo el día, pero provee amor, atención y cuidado a su prole (sin acepción peyorativa).
Homo Videns vs Homo Sapiens
Un punto nodal en la formación de las nuevas generaciones es el uso de la televisión y el internet bajo la supervisión de los padres y esto a veces es pasado por alto por quienes fueron formados en otros tiempos, con paradigmas diferentes en cuanto a los criterios de la información que se puede encontrar en los mass media.

Giovanni Sartori elaboró una obra denominada “Homo videns”, donde se lamenta del tremendo poder que ha adquirido la imagen, y en especial la televisión, para controlar al ser humano.
Al observar al niño viendo la televisión en esta imagen, algunas preguntas surgen en nuestra mente
1.- ¿De dónde obtendrá su visión del mundo este pequeño?
2.- ¿Quiénes serán sus modelos?
3.- ¿Qué valores tendrá?
4.- ¿Quiénes son sus padres, los biológicos o las cadenas de televisión?
El proceso de condicionamiento y control de los seres humanos comienza en la infancia, dice Sartori, cuando la televisión se convierte en la primera escuela del niño, quien se educa en función de imágenes que le señalan que lo que ve es lo único que cuenta.
Es común creer, estimado lector, que nosotros tenemos nuestros propios pensamientos, sin embargo a través de la seducción subliminal, la televisión los ha plantado previamente allí. “Subliminal” significa “abajo del nivel” que la mente consciente puede captar. Experimentos prueban que justo 1.5 segundos antes de que la mente consciente pueda realizar funciones, como hablar, por ejemplo, las emisiones eléctricas ya han comenzado a hacerlo en el cerebro.
Los niños hoy se forman viendo en lugar de leyendo y, mucho menos, pensando.
La pantalla es la única autoridad y el individuo sólo cree lo que ve a través de ella, puesto que es la única interlocutora: la imagen no discute, sino que impone y sentencia.
La aterradora consecuencia es, como dice Sartori:
Un mundo concentrado sólo en el hecho de ver, es un mundo estúpido. El homo sapiens es un ser caracterizado sólo por la reflexión, por su capacidad para hacer abstracciones, pero se está convirtiendo en un Homo Videns, una criatura que mira pero no piensa, ve pero no entiende
Justo es decir que Televisa no le obliga a usted a sintonizar su canal de televisión. La responsabilidad está en usted, en nosotros y el punto es que estamos tan condicionados al uso de este medio de comunicación, que llegamos a pensar que “no pasa nada” o que es “totalmente inofensivo”.
Sartori agrega:
“Si es cierto que la democracia es el gobierno de la opinión y que los medios, en especial la televisión son en gran medida formadores y transmisores de la misma, entonces la importancia que adquieren como instrumentos de y del poder es enorme”
No es fortuito que Ortega y Gasset alertara de la formación de “un hombre-masa que no atiende razones”, que en teoría es más libre que nunca, pero en la práctica está alucinado y preso de la imagen y, por lo tanto es fácilmente digerible a través de ella.
Eduardo Galeano afirmó que esta sociedad dominada por el homo videns, por el poder de la imagen,  es causa y consecuencia de lo que titula “La cultura del envase” y afirma:
“Estamos en plena cultura del envase. El contrato de matrimonio, la fiesta de bodas y el vestido de la novia importa más que el amor, el funeral más que el muerto, la ropa más que el cuerpo y la religión más que Dios”
En ese orden de ideas, urge rescatar al homo sapiens y superar al homo videns.
¿Usted qué opina, estimado lector?

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