ARTÍCULO PUBLICADO EN SDP NOTICIAS
Juan es un maestro rural recién egresado de la normal de profesores. Él tiene grandes propósitos que cumplir a través de su práctica docente. Éste profesor está dispuesto a ser un agente de cambio en su comunidad. Quiere construir aulas, alfabetizar a las personas, enseñar otros idiomas a sus niños y ser verdaderamente un actor comprometido con el desarrollo de las personas del municipio.
Él sabe que enseñar a leer y escribir implica dar voz a los que no la tienen. Lleva un libro de Paulo Freire bajo el brazo, con pasajes de “la pedagogía del oprimido” resaltados con marca texto y cada vez que se siente cansado, desanimado o decepcionado por alguna circunstancia, acostumbra releer la obra. Eso le ayuda a recordar quién es y qué hace allí, en una comunidad marginada de la sierra de Zongolica, en Veracruz, una de las más pobres de México.
Juan no es comunista, su perspectiva es más bien comunitaria. Sus esfuerzos van dirigidos hacia el bien común, antes que el beneficio personal. Él tiene siempre presente, lo que Gustavo Esteva, le narró un día
“En el estado de Oaxaca, un gobernador de origen indio convocó a los indios para que le expresaran lo que esperaban de su gobierno. Al final, un anciano tomó el estrado y exclamó: Queremos que usted sea para nosotros como la sombra de un árbol´”
Y eso justamente quiere ser Juan para sus alumnos.
Preparando la clase del día siguiente, se da cuenta de que debe abordar el tema de la Democracia en México con los alumnos de 6° grado y en la planeación la concibe de tal manera que el significado del término sea verdaderamente útil para la formación de los niños como ciudadanos mexicanos.
Un día antes, Juan les pide que investiguen qué es la democracia y lleven la investigación como consigna para el día siguiente.
El resultado es sorprendente. Los niños muestran un término acoplado con todos los adjetivos: democracia representativa, popular, autoritaria, dirigida, librecambista, etcétera. Esto significa, como dice Sicilia, que un concepto que quiere serlo todo, termina por no ser nada y servir a cualquier cosa: lo mismo a la revolución que a la contrarrevolución , al terror que al status quo y a la mediocridad.
A la sombra de Salvador Allende. Una lección sobre la democracia.
Como siempre, Juan recurre a las historias y decide contarles a los niños lo que sucedió en Chile hace once años y tituló la historia: “A la sombra de Salvador Allende” :
Resulta que en Chile la contienda más fuerte se realizó entre la llamada “izquierda”, ustedes recuerdan que ya vimos esos términos hace una semana. Ésta estaba representada por Lavin y Lagos representaba a la derecha.
Ellos tuvieron la delicadeza de no mezclar en sus campañas los nombres de Pinochet y de Allende ¿recuerdan quién fue Pinochet? –los alumnos explican brevemente la dictadura chilena bajo este régimen y quién fue Salvador Allende- ¿Por qué creen que no los mencionaron éstos políticos en sus campañas? – pregunta Juan -por que hubiera sido tramposo decir de ellos y no de lo que pensaban o proponían- contestan los niños.
¡Así es, muy bien!, dice Juan, además –sigue narrando- el fin de Lagos y Lavin era democrático: servir al pueblo por encima de posiciones ideológicas.
Hacia la segunda vuelta, Lavin hizo algo más: tuvo el valor de emitir un comunicado televisivo sobre el conteo. Cuando se habían contabilizado el 30% de los votos, declaró: “la tendencia no nos favorece”; cuando se llegó a 70% dijo: “Hemos perdido. En este momento salgo a felicitar al presidente Lagos y a ponerme a su disposición” y así lo hizo. El triunfo se festejó con un gesto de absoluta civilidad democrática: un gobierno legítimo junto a una oposición decidida no a colaborar mansamente, sino a trabajar para ejercer un equilibrio de fuerzas y una presencia muda y simbólica de la democracia: la viuda de Salvador Allende.
Los niños están encantados con el relato, pero uno de ellos comenta preocupado: “oiga, profe, pero entonces dicte usted qué es la democracia, así como lo van a preguntar en el examen de Enlace”
Juan les dice: Antes de anotar, debemos comprender lo que escribimos, Gandhi dijo que un demócrata es un hombre nacido para la disciplina y….
En eso están, cuando llega el flamante presidente municipal de la comunidad, en su camioneta último modelo, a informar a Juan y a los padres de familia de la escuela, que no hay recursos para construir aulas, “además, dice el edil ¿para qué tanto estudio? Fíjense niños, mi escuela fue la vida y miren hasta dónde he llegado”.
Los niños se quedan pensando en Salvador Allende, en la democracia y en la camioneta nueva del presidente municipal.
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