ARTÍCULO PUBLICADO EN SDP NOTICIAS
Esther es una mujer brillante y muy culta. Estudió psicología clínica en Paraguay, inició sus estudios teológicos en Buenos Aires y ahora cursa la Maestría en Divinidades en el Chicago Theological Seminary en USA, es también coordinadora de cristianos y cristianas GLTB (gays, lesbianas,trans, bisexuales) y escribe regularmente acerca del derecho a la diversidad sexual y de matrimonios homosexuales.
Esther y Kati hicieron historia en Illinois, al ser una de las seis parejas que el Estado reconoce como matrimonio legal, siendo los contrayentes del mismo sexo[i]
Ella es una de las contadas personas a las que yo confiaría el cuidado de mis hijas sin mayor problema. Es un ser humano hermoso por dentro y por fuera. Sin embargo, tenemos varias diferencias. Una de ellas se circunscribe al terreno de la religión. Yo soy católica y ella es cristiana protestante.
Una de las charlas más interesantes que hemos tenido en ese sentido fue en Junio del año pasado, tres días después del fallecimiento de José Saramago y el episodio fue propiciado por una nota del periódico “El País”, titulada “Portugal llora y el Vaticano ataca”
El tendencioso encabezado del diario, provocó una justa indignación en la comunidad de Esther. En mi opinión y así lo externé, este medio de comunicación trató de sacar provecho de la situación entre el nobel y la Iglesia.
Al igual que Esther, he leído las obras de Saramago, por lo cual nuestro intercambio de ideas en aquella ocasión estuvo más que nada enfocado a la nota que el diario publicó acerca de que la Iglesia aprovechaba el momento para atacar al autor:
ESTHER BARUJA: Creo que el vaticano puede opinar y dar su parecer con respecto a alguien que escribió tan dura y brillantemente sobre los supuestos cristianos que manejan en esa institución. Sin embargo, según el artículo entero escrito por Claudio Toscani, en el que hace una mini biografía, dista mucho de ser solamente una crítica literaria a su obra, de hecho esa línea entre el escritor y lo que escribe es muy fina. Lo que se nota es un desprecio profundo a un hombre que no creyó lo que ellos predican. Por acercarse al texto bíblico desde una posición política y ética y no basada en una fe ciega que no razona (y que tanto mal ha ocasionado en el mundo) , lo que hace es hermenéutica con un mirada distinta y una conclusión no tradicional,
pero no creo que haya sido cómodo para nada luchar en contra del poder absolutista de la iglesia católica romana. De hecho, aun muerto se dan el gusto de escribir ese artículo.
pero no creo que haya sido cómodo para nada luchar en contra del poder absolutista de la iglesia católica romana. De hecho, aun muerto se dan el gusto de escribir ese artículo.
ANEL MONTERO: Nietzsche llamó "guerra de interpretaciones" y Rorty "Interpretaciones infinitas" a todas las opiniones vertidas sobre un tema, es la parte hermenéutica, sujeta a interpretaciones, que tu comentas. No veo en la nota, ninguna descalificación ad hominem, es decir, a la persona, al ser humano, a Saramago el hombre. La crítica del Vaticano no trata de piedad, sino de literatura, del trabajo del Nobel, porque ese fue el ámbito al que se circunscribió la respuesta del Sacerdote. El tema de Dios, es el quid de la obra del Nobel. El Vaticano, como cualquier otra iglesia, tiene una opinión acerca de Dios, del mundo y del Universo. Si a los católicos, a los judíos o a los protestantes les preguntan acerca de la obra de algún autor, simplemente responden desde su particular (y muy respetable, estemos o no de acuerdo) cosmovisión.
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SARAMAGO. Dos interpretaciones
Para Esther, Saramago era una persona muy interesada en la Biblia y su curiosidad lo llevó a hacer preguntas al texto, preguntas que las instituciones no quieren que se hagan porque prefieren que el dogma sea algo estático y sin cambios. Dice Esther que es más cómodo tener un dios a nuestra medida que dejar que Dios sea más grande que nuestras ideas sobre él. Dejar a dios domesticado es una gran ayuda para mantener a las masas atemorizadas con la ira de ese dios castigador.
La biblia es un libro que ha justificado muchas injusticias en estos 2 mil años de cristianismo, creo que Saramago estaba decepcionado de lo que los cristianos hemos hecho con la fe más que decepcionado de la fe misma. Hasta en su último libro, Caín, el no dejó de pensar en la divinidad. Aunque sea atacándola.
La biblia es un libro que ha justificado muchas injusticias en estos 2 mil años de cristianismo, creo que Saramago estaba decepcionado de lo que los cristianos hemos hecho con la fe más que decepcionado de la fe misma. Hasta en su último libro, Caín, el no dejó de pensar en la divinidad. Aunque sea atacándola.
Para mí, a diferencia de Esther, Saramago se colocó cómodamente en el sillón de la crítica a Dios y a la Iglesia. Ésta es una institución falible, pero según San Agustín, necesaria para que se cumpla el plan de Dios para la humanidad y así lo expresa en su hermosa obra: “La ciudad de Dios” ¿Se critica el dogma, la fe ciega que no razona? ¿Por qué Saramago no criticó al comunismo? De hecho se declaró “comunista hormonal”. También la ciencia, es un dogma, en tanto se debe sujetar al método científico para “hacer ciencia” y por escandaloso que parezca mi razonamiento, en ese sentido el científico es también un ser religioso. Al final, todo se circunscribe a una toma de decisiones. ¿Qué religión eliges seguir? Pero en todos los casos, se debe hacer con conocimiento de causa.
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JOSÉ SARAMAGO: La consistencia de los sueños[ii]
Terminé de leer la biografía cronológica de José Saramago, escrita por Fernando Gómez Aguilera, quien además forma parte de la Fundación José Saramago. Llama particularmente la atención que el Nobel, material de lectura para agnósticos y masones sea descrito en la página 1 como “un milagro”:
“Las vidas milagrosas, estimulan la confianza en el ser humano (…)Pero el milagro, a pesar de su origen improbable, arraiga en sólidas motivaciones (…) Nada en el origen de Saramago predecía a Saramago”
Es cierto. Al leer su biografía no hay otra explicación que la intervención divina. Desde el apellido “Saramago”, hasta su línea de vida cuestionando a dioses y a sí mismo, la obra del Nobel de Literatura le pertenece a Dios, pues fue el protagonista central de su obra literaria. Para mí, los padres de Caín no tienen ombligo, los de Saramago, si :)
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NOTA.- Esther, mi amiga preciosa: Gracias por autorizarme a reproducir nuestra charla y tus ideas y pensamientos acerca de nuestro admiradísimo Saramago. Te quiero mucho, nena. Un abrazo a Kati.
[ii] Gómez Aguilera, Fernando. “La consistencia de los sueños”, biografía cronológica. Edit. Alfaguara. México 2010. Pp. 9
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