jueves, 27 de octubre de 2011

YO SÍ CREO EN SICILIA

ARTÍCULO PUBLICADO EN SDP NOTICIAS



En la política, como en muchos otros ámbitos de la vida, se deben tomar posturas y defenderlas siempre y cuando haya congruencia con nuestro modo de ser, de vivir, de pensar. Los grandes hombres y mujeres de su tiempo, se han distinguido por ser fieles a sí mismos y a los principios en los que creen con toda firmeza ¿pueden estar equivocados? Evidentemente sí, porque en la humanidad se encierra la paradoja y la certeza de que somos falibles, perfectibles, finitos…

En ese orden de ideas, yo creo en la izquierda de los poetas, de los señores que, como Julián Lebaron, respetan la palabra porque saben que sin ella un hombre no es, ni vale nada. De la izquierda de Sergio-Jesús Rodríguez, que ama las palabras que provienen de la inteligencia, porque ésta no se engaña para siempre a sí misma.



Anarquismo cristiano. La nueva narrativa de Javier Sicilia

El movimiento que encabeza Javier Sicilia es uno de los más puros que se han presentado en México en los últimos años. De su indecible dolor, el poeta ha echado mano de su Fe, esa Fe que sigue a un mesías divino, hijo de Dios Vivo y no a un falso mesías humano y falible. Su camino persigue una hermandad comunitaria, jamás comunista, que ve al hermano como su espejo, que ama, dialoga y respeta al otro, en razón de construir puentes y acuerdos que brinden paz a nuestras familias y a nuestro país, porque para conseguir la paz, no hablas con tus amigos, sino con tus enemigos.

Sicilia enfrenta a tirios y a troyanos con amor…esa arma misteriosa e infalible utilizada por Gandhi y que a las almas extremistas desconcierta ¿cómo puede dar un beso a quien representa la mafia corrupta que le ha quitado un hijo?¿Qué busca?¿Qué pretende?¿Por qué hace esto?¿Está loco? ¡sí, está loco!...Sí, Sicilia es un escándalo.

La nueva narrativa del poeta, tiene en el amor, la paz y la reconciliación una nueva alfabetización y, en ese sentido representa a una nueva izquierda:

-       Una izquierda que une, no divide

-       Una izquierda que dialoga, que no injuria ni descalifica per se

-       Una izquierda que construye con los otros, no destruye para construir sobre los restos de aquello que desprestigió, difamó, lapidó

-       Una izquierda que comprende que para vencer a los otros, primero debe conquistarse a sí misma

Yo no creo en los políticos, en ninguno…

Sicilia no es un político, ni pretende serlo. Es criticado y muy duro por ello. Sólo en México a un hombre de Fe se le critica por responder con dureza una pregunta maliciosa. Es un hombre demasiado humano y demasiado poco político. Al poeta se le exige el cinismo de aquellos que habiendo cometido los peores crímenes, se sientan al banquete del rey, porque sólo ellos tienen el poder para hacerlo impunemente y todavía sentirse con el derecho a cuestionar a aquellos que eligen otra vía para dialogar verdaderamente con el hermano y construir otros caminos para llegar a la paz.

Sicilia, Solalinde, Marcos, se han puesto del lado de los que nada tienen y sobre quienes todos construyen. Ahí estoy yo por elección y por convicción. Soy privilegiada al haber tenido la oportunidad de estudiar y ello conlleva una enorme responsabilidad y acaso un sueño, que es el mismo de Morelos: "Que se eduque a los hijos del labrador y del barrendero como a los del más rico hacendado."

Mi trinchera es humilde, porque desde estos modestos artículos estoy tratando de hacer oír mi voz. Busco paz y reconciliación, busco Educación para todos aquellos a quienes esclaviza la ignorancia y en lo que vale, si sirve de algo, yo soy de la izquierda del poeta, de los señores que valen por su Palabra, por eso afirmo: yo sí creo en Sicilia.

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