jueves, 27 de octubre de 2011

NEW AGE Y EL 2012

ARTÍCULO PUBLICADO EN SDP NOTICIAS


"The line it is drawn, the curse it is cast .The slow one now will later be fast. As the  present now will later be past. The order is rapidly fadin' and the first one now will later be last for the Times They are a-Changin'" Bob Dylan (1964).

Cosmovisión light

El sello de nuestro tiempo es el cambio. Las profundas transformaciones que destruyen, desdibujan y debilitan las significaciones y los imaginarios colectivos, que llevan consigo el miedo, la soledad, la incertidumbre y la violencia que conlleva todo proceso de transición.

Sin duda, hay una búsqueda constante de algo, de algún punto de referencia, de una bisagra emocional, espiritual, académica, etcétera,  que permita explicar el por qué de los cambios que impactan la vida diaria, del camino a elegir o de la decisión que se debe tomar.

Hoy más que nunca, se nota una gran proliferación de la llamada “literatura light”[i] como “Selecciones del Reader`s Digest”. En esta revista, los contenidos se presentan casi “digeridos” al lector y en este sentido:

“… apelan a la ligereza de pensamiento, la chatura de criterio, la falta de profundidad reflexiva y la des problematización "temática", y que, por contraste, invitan al lector a asumir un alegre y despreocupado optimismo respecto de sus aburridas condiciones de trabajo, sus circulares rutinas familiares de fin de semana, sus alargadas sesiones frente un televisor que le brinda casi un centenar de "opciones" de lo mismo, y sus tediosas incursiones expiatorias de domingo a la iglesia, se han constituido en consumo normal de la humanidad, la cual, gracias a ello, es ahora más ignorante que hace 10 años…”[ii]

La  oferta de libros que pertenecen a este  género literario (ante la gran demanda de lectores), conlleva toda una ideología que incluso ha llevado a acuñar el término “cultura light”:

“…Arte, amor, política, conocimiento, revolución, muerte: todos esos temas que murieron de tanto ser evadidos por temor a sus consecuencias, desaparecen dejando en su descomposición un vapor, una ventosidad: lo light. Sustituto y algodón de azúcar de esencias, lo light es siempre sucedáneo. Lo light, placebo de la existencia, aliviana el curso de lo real; lo disimula por momentos. Lo light es abreviatura, atajo, esperanza de que se puede salir adelante haciéndole trampitas a la vida. Cuando toda forma de dominar la realidad deviene ilusoria, la ilusión deviene única realidad…”[iii]

                   Es un escape, dicen unos, es ignorancia, dicen otros, lo que queda claro es que quien se identifica con esta visión (light) del mundo y de sus cosas, asume al mismo tiempo una postura ante la vida, afirmada acaso en un oculto mecanismo de resistencia ante la idea de cuestionarse en términos de su posicionamiento ante el mundo.

Es, efectivamente, mucho más cómodo “decir lo que dicen los otros” y decidir una de entre dos posturas divergentes, que construir la propia en un horizonte que permita entender y articular una visión apelando al intelecto o ¿para qué complicarnos? Simplemente se descalifica al otro per se.

La envidia, la preservación del status, la ignorancia y la pereza mental son tres argumentos bastante fuertes para sostener una descalificación, cualquiera que esta sea, sin importar de dónde provenga y mantener, de esta forma, la condición light de existencia.

Los libros de autoayuda

Esto es aún más evidente cuando se analiza una de las  ramas de la literatura light: los libros de autoayuda.. Algunos de ellos prometen, desde el título, que al finalizar la lectura, usted encontrará  “el sentido de la vida”. Otros, reducen a una “ecuación de la felicidad” (tener algo que hacer, alguien a quien amar y algo que esperar) todo lo que tiene que hacer para sentirse realizado. Los menos (más modestos, eso si)  piden “vuela hacia tu libertad”, aprende a ser “un alquimista” o recorre innumerables rutas espirituales (previamente abordadas por el autor) para alcanzar la realización como ser humano y lograr la felicidad .El atractivo está en que leyendo unas cuantas páginas, la promesa puede ser alcanzada.

CONDICIÒN  DEL CIUDADANO LIGHT DEL 2012

El frasco de pastillas



Si un libro light puede ser eficaz resolviendo cualquier problema (existencial o no), no hay duda de que en estos tiempos, el frasco de pastillas es más útil aún. Cualquier malestar (no importa cuál sea el origen) puede ser resuelto en la marca y la dosis de pastilla recomendada por el doctor, homeópata, naturista, yerbero, programa de televisión, amiga, tía , etcétera.

                   Para enfrentar al dolor, también se asumen posturas. Me viene a la mente la respuesta de la madre Teresa de Calcuta ante la inquietud del reportero cuando observa que la religiosa no le daba ningún “sedante” a la gente que, postrada en uno de sus hospitales, “parecía que estaba sufriendo”. Ella contestó que el sufrimiento era, precisamente, una forma de afrontar la enfermedad, propia de la gente de Calcuta. El reportero inglés no entendió.

                   “¿Para qué sufrir si tengo un frasco de pastillas?, ¿No es obvio?” pareciera ser la respuesta de aquellos que se ven amenazados ante la cuestión ineludible: “¿por qué tomas tantas pastillas y/o a toda hora y/o por cualquier motivo?”. Es mejor una pastilla que contestar preguntas, cuestionarme o resolver el origen de la molestia.

                   La razón es que todo cede ante el frasco de pastillas. No hay enemigo digno a vencer : “¿No tuviste una erección?” “¿No puedes dormir?”, “¿Estás gordo(a)?”, “¿No te puedes concentrar?”, “¿Te duele la cabeza?”…la lista de preguntas es interminable, pero la respuesta no: “toma una pastilla”.                   

El 2012

Los que rigen los destinos de este país y los miembros de los partidos políticos de todos los colores, están conscientes de los tiempos que vivimos y de la situación anteriormente expuesta.

No es casual que comiencen desde ahora notas periodísticas que asuman cuestiones tales como “lo más probable es que –x- llegue a la presidencia de México” o “el rival más débil es –x-“, porque saben que la mayor parte de la ciudadanía apelará a la opinión de terceras personas para ejercer su derecho a votar, si es que lo hace, porque está comprobado que cuando triunfa determinado partido político, en realidad triunfó el abstencionismo, en otras palabras: “¿para qué voto si de todas formas va a ganar –x-?”

Estimado lector, los tiempos actuales, demandan apelar al propio intelecto para articular la visión que permita asumir las riendas de las propias convicciones. ¿Ganará el candidato que usted prefiera? Quién sabe, pero dele una oportunidad. No le crea a nadie. Construya su propio criterio y, como dice Kant, defienda su propio entendimiento. No hay pastillas para ejercer la ciudadanía y quienes dictan las reglas del juego, lo saben.

Usted ¿qué piensa?



[i] Vargas Llosa, Mario. Artìculo tomado de la hoja electrònica: http://www.terra.es/cultura/articulo/html/cul3084.htm. 30/03/2001
[ii] Ibid
[iii] Ibidem

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