jueves, 27 de octubre de 2011

PARADIGMA, CIENCIA Y VERDAD

ARTÍCULO PUBLICADO EN SDP NOTICIAS
http://sdpnoticias.com/columna/4748/Paradigma_ciencia_y_verdad_Nobel_de_Medicina_2005


EL NOBEL DE MEDICINA 2005
 

El hallazgo de una conexión entre la inflamación de la ùlcera de estòmago y la bacteria Helicobacter Pylori dio el nobel de medicina 2005, a sus descubridores. El fenómeno estaba a la vista de todos, pero iba contra la verdad establecida[i].

Antonio Muñoz Molina nos cuenta que fue en una Universidad de Australia, donde Barry Marshall y Robin Warren, desde los años ochenta, se atrevieron a desafiar con sus investigaciones la doctrina ortodoxa, fosilizada, admitida por todo el mundo y perfectamente falsa sobre las causas de la ùlcera de estòmago, que amargaba las vidas de tantos seres humanos , y que en muchos casos acababa derivando en un càncer letal.



La ùlcera de estòmago, nos decìan siempre, estaba causada por el “estrès”, por los “nervios”, por la presiòn angustiosa del trabajo y las obligaciones.

Ningún microorganismo podìa intervenir en la enfermedad, ya que el estòmago, con sus tormentas de àcidos corrosivos que aseguran la digestión, es un medio ambiente tan hostil a la vida como la superficie de un planeta lejano sometido a erupciones volcànicas y a violentas radiaciones solares no filtradas por ninguna atmósfera. 

Habìa, a pesar de todo, testimonios sobre la presencia de una bacteria, pero la ortodoxia puede ser màs poderosa que la observación y el sentido comùn.

 ¿Còmo podìan atreverse a contradecir la verdad establecida aquellos dos mèdicos de una Universidad en el ùltimo extremo del mundo? La ùlcera de estòmago la causa el agotamiento nervioso, eso lo sabe todo el mundo.

Tambièn sabìa todo el mundo, desde Aristóteles, que las moscas nacen de la carne putrefacta “por generaciòn espontànea” e hizo falta la tenacidad solitaria de Luis Pasteur para poner en duda una evidencia de màs de veinte siglos.
 

En la ciencia, igual que en la literatura y en el arte, lo que importa muchas veces no es ver por vez primera lo que otros no han visto nunca, sino ver con una mirada nueva algo que parecìa comùn y que estaba a la vista de todos.
 

El que mira como no han  mirado otros, el que ve lo que permaneciò invisible para investigadores o expertos dotados de medios mas poderosos de observación, es con frecuencia alguien que se encuentra al margen, que disfruta la libertad de no recibir demasiada atención y por lo tanto no se ve forzado a mirar las cosas de la manera màs conveniente , a someterse a la ortodoxia y a lo establecido.


Gracias a la tranquila y obstinada rebelión de esos dos hombres, la bacteria Helicobacter Pylori, con su imagen de organismo extraterrestre, ya es un monstruo domado.

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